Día 39-40.Calzada de Béjar - Fuenterroble de Salvatierra - San Pedro de Rozados
Hola amigos,
Lo prometido es deuda y os tengo que poner al día de todas las cosas que he vivido estos días, que no ha sido pocas.
El día 11, miércoles, salí temprano para ponerme a tono. Me llamó la atención el primer miliar que ví, aunque no sé si era el primero que pasaba. Son réplicas de los antiguos marcadores de calzadas romanas por las que pasa la Vía de la Plata. Sin darme mucha cuenta del paso del tiempo, llegué a Calzada de Béjar después de dejar atrás el río junto al que pasaba el camino.
Al día siguiente, el jueves, llegué hasta Fuenterroble de Salvatierra. El camino me llevó por algunos lugares muy curiosos, incluso obligándome a cruzar la carretera nacional. Lo realmente interesante ha sido conocer al padre Blas, un curioso y entrañable personaje que se ha especializado en lograr financiación para mejorar sus instalaciones para nosotros los peregrinos y todos sus parroquianos. Había hasta un pabellón con la bandera americana porque esa era la nacionalidad de su benefactor. Un modelo a seguir, desde luego.
A la mañana siguiente comencé mi camino hasta San Pedro de Rozados con la lluvia y el mal tiempo como protagonistas. No quiero pensar mal, pero cada vez que me acompaña mi amigo Mario, el palentino ca***, me tiene que llover. Es una vieja tradición entre él y yo en el camino, donde nos conocimos.
La verdad es que resulta genial contar con la compañía de un buen amigo aunque sólo sea dos días. Es un tipo fantástico y nos mantenemos con la guardia alta porque si no, zasca, en toda la boca. Gracias Mario.
Bajo la lluvia más intensa y en medio de una recta nos encontramos con Nico, Alberto y Carlos, que venían desde Almería para seguir con el rodaje. 9 horas de camino, parece ridículo cuando pienso en todos los días que llevo yo, y encima viene con sus botas puestas!!
A pesar de la lluvia y el barro, contamos con la visita de la prensa, hacía tiempo que no estaba tan acompañado. Después de que la tía del amigo Alberto, de quien os hablaré más adelante, me regalara dos pares de calcetines y de hacer un picnic con ensaladilla rusa y carne con tomate llegamos al albergue de San Pedro de Rozados, donde nos esperaba nuestra amiga Maricarmen.
Que espectáculo en VII Carreras, el establecimiento de Maricarmen. Le debemos buena mesa, buena conversación y unas anécdotas fantásticas. Son ya 20 años los que lleva atendiendo peregrinos, según nos contó al principio eran 3 ó 4 al año y los consideraban vagabundos. Tuvo que luchar mucho por esta modalidad de turismo hasta montar su propio negocio. Uno de esos sitios que seguro visitaré con más calma más adelante. Muchas gracias Maricarmen porque todos quedamos encantados y muy agradecidos.
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